Los árbitros de la Liga volverán a ser centro de atención tras la polémica suscitada en el partido más reciente entre Barcelona y Rayo Vallecano, donde el arbitraje estuvo a cargo de Melero López y Díaz de Mera en el VAR. Las decisiones tomadas durante el encuentro, parte de la jornada 24, han generado intensas discusiones debido a sus implicaciones en el resultado. A pesar de los aparentes errores favoreciendo al Barça, la delegación del Rayo optó por no entrar en la controversia, adoptando una postura moderada. El entrenador Iñigo Pérez y el presidente del club, Raúl Martín Presa, evitaron críticas directas hacia los árbitros, aunque Presa reconoció errores sustanciales en acciones clave, como los penales y la anulación de un gol a De Frutos.
En este encuentro, el Rayo Vallecano se sintió perjudicado por diversas decisiones arbitrales. Durante el partido, se sancionó un penal a su contra tras una revisión VAR, pero en acciones similares a favor del Rayo, el árbitro no fue advertido para revisar. El descontento aumentó cuando el gol de Jorge De Frutos fue anulado debido a un cuestionado fuera de juego de Randy Nteka. Este cúmulo de decisiones contribuyó significativamente a que el Barcelona recuperara el liderato de la Liga después de 79 días, dejando al Rayo sin puntos. A pesar de la amarga experiencia, el club ha decidido no elevar una queja formal, reflejando confianza en la calidad del arbitraje nacional.
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