La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una condición común que afecta a muchos hombres mayores de 50 años, provocando síntomas urinarios que pueden afectar considerablemente su calidad de vida. Recientemente, Pedro Arranz, un paciente de la Policlínica Gipuzkoa, fue sometido a la técnica de enucleación prostática con láser HoLEP, experimentando una notable mejora de sus síntomas.
«Desde el principio, la mejoría fue evidente», comentó Arranz, quien recordaba cómo la necesidad constante de orinar impactaba su vida diaria, disruptiendo su rutina y sus relaciones sociales y familiares. Antes del procedimiento, encontraba difícil disfrutar de actividades cotidianas sin la preocupación de buscar baño constantemente.
El Dr. Alejandro González, jefe del Servicio de Urología de la Policlínica Gipuzkoa, describe el agrandamiento de la próstata como un proceso normal vinculado al envejecimiento masculino. Sin embargo, resalta la importancia de reconocer tempranamente los síntomas, que suelen clasificarse como obstructivos, irritativos y posmiccionales. Gregorio Garmendia, también urólogo en la clínica, señala que uno de los síntomas más comunes es la disminución de la fuerza al orinar.
Para un diagnóstico adecuado de la HBP, se utilizan pruebas de imagen como ecografías y resonancias magnéticas, que ayudan al equipo médico a evaluar el tamaño de la próstata, como explica Santiago Andrés, jefe del Servicio de Diagnóstico Médico por Imagen.
Cuando los tratamientos médicos no son suficientes, la cirugía se convierte en una opción efectiva. Técnicas mínimamente invasivas como HoLEP ofrecen mejoras significativas con menor tiempo de recuperación. Para Pedro Arranz, la cirugía transformó su calidad de vida.
Además, el procedimiento quirúrgico involucra decisiones relevantes sobre anestesia, con opciones que van desde general hasta regional, como detalló Irene Merino, anestesióloga de la Policlínica.
Los urólogos como Gregorio Garmendia miran al futuro con optimismo, confiando en que los avances tecnológicos continuarán refinando el manejo de la HBP, permitiendo a los pacientes mantener su calidad de vida y funciones importantes.
El Grupo Quirónsalud, al que pertenece la Policlínica Gipuzkoa, sigue liderando el tratamiento de esta y otras patologías, utilizando tecnología avanzada para ofrecer atención integral en sus instalaciones en España y Latinoamérica.