En un escenario emblemático como Montjuïc, el FC Barcelona finalmente rompió una racha de desdichas frente al Bayern Múnich, gracias a la excepcional actuación de Raphinha. La victoria resalta no solo por el triunfo en sí, sino por la importancia psicológica de vencer a un rival que durante años ha sido una verdadera bestia negra para los blaugranas en la Champions League. Bajo la dirección de Hansi Flick, el club catalán intenta reconfigurarse tras temporadas de penurias europeas, y este partido marcó un paso significativo en ese proceso. Raphinha, quien llegó al Barcelona durante la era de Xavi, se convirtió en el héroe inesperado con una actuación sobresaliente que recordó a los viejos tiempos de grandeza. «Este partido seguramente podía haber sido un partido de final de Champions», comentó el brasileño, subrayando la importancia del encuentro para él y su equipo.
El duelo no estuvo exento de tensión. Después del gol inicial de Raphinha, el Barcelona enfrentó momentos difíciles hasta que finalmente se recompuso, mostrando una resiliencia que ha sido inexistente en ocasiones anteriores. Flick, desde la banda, se mostraba inquieto, pero confiado en su joven equipo. La entrada de Fermín y un gol crucial de Lewandowski contra su exequipo, aunque no celebrado, aseguraron la victoria. Esta actuación revitaliza a un Barça que busca dejar atrás un pasado lleno de dudas y salir ganador en este periodo de renovación. Mientras que Hansi Flick evita hablar del próximo clásico contra el Madrid, Raphinha no esconde su emoción por el desafío: «El clásico tiene pinta de ser un muy buen partido». El equipo se perfila con una renovada confianza de cara a enfrentamientos futuros, mostrando que la mística blaugrana aún tiene mucho que ofrecer.
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