En un vibrante enfrentamiento de los octavos de final de la Champions League, el FC Barcelona logró imponerse al Benfica en el Estadio da Luz, a pesar de las adversidades. El partido comenzó a complicarse para los azulgranas cuando Pau Cubarsí fue expulsado por una acción arriesgada contra Pavlidis, lo que desorganizó el plan inicial del técnico Hansi Flick, quien había diseñado un juego basado en la posesión y el control del balón por parte de De Jong, Pedri y Dani Olmo. Sin embargo, en un acto definitorio, Raphinha se alzó como el protagonista al serenar a su equipo y mantener la compostura en medio del asedio del Benfica, que intentó aprovechar la ventaja numérica tras la expulsión. Aun así, Raphinha no solo cumplió un rol de líder en el campo, sino que fue determinante al anotar el gol de la victoria, que confirmó el dominio del Barça pese a la desventaja.
La afición del Benfica, siempre intensa en las grandes ocasiones, se hizo sentir con fuerza desde el inicio, incluso provocando una breve interrupción del juego debido al lanzamiento de fuegos artificiales. Las expectativas de los lisboetas eran altas después del intenso encuentro en la fase de grupos que terminó 4-5 a favor del Barcelona. Con el desafío de jugar con un hombre menos desde el minuto 22, el Barça tuvo que adaptarse rápidamente. La sustitución de Olmo por Araujo para reforzar la defensa fue clave, y el equipo de Flick supo sostener su determinación y organización. El guardameta Szczesny, con ocho paradas decisivas, también fue crucial en este esfuerzo colectivo. Así, el Barcelona se llevó un triunfo crucial en Lisboa, encaminando su camino hacia los cuartos de final, en un partido donde la resiliencia y el liderazgo de Raphinha fueron protagonistas indiscutibles.
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