Las autoridades están investigando a tres individuos encarcelados por su presunta implicación en el asesinato de Coromina, quien supuestamente había sido un socio en sus negocios ilícitos. Según fuentes próximas a la investigación, el temor a que Coromina denunciara un intento de extorsión por parte de los arrestados habría impulsado a estos a planear su asesinato para silenciarlo definitivamente. Este cruento suceso pone de manifiesto la compleja red de actividades ilegales en la que estaban involucrados, generando un clima de desconfianza y traición entre los implicados.
La investigación se centra ahora en desentrañar los vínculos comerciales y criminales que unían a los tres detenidos con la víctima, además de determinar cómo coordinaron el homicidio desde prisión. Las autoridades están examinando detenidamente comunicaciones y transacciones para reunir pruebas que solidifiquen las acusaciones. Este caso ha encendido las alarmas sobre la capacidad de ciertos reclusos para seguir operando actividades delictivas, y las fuerzas de seguridad están reforzando medidas para evitar que se repitan situaciones similares.
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