El veterano autor, con cinco décadas dedicadas al estudio de su disciplina, destaca cómo las redes sociales han influido en la percepción pública del ejercicio físico. En sus reflexiones, subraya que la popularización a través de plataformas digitales ha llevado a una democratización del conocimiento, permitiendo que más personas accedan a información previamente reservada para expertos. Sin embargo, también advierte sobre los peligros de la mercantilización de la formación en línea, donde la calidad puede verse comprometida por la necesidad de adecuarse a las demandas del mercado y la búsqueda de beneficios rápidos.
Además, establece una clara distinción entre lo que considera un enfoque serio de la disciplina y un simple entrenamiento físico. Para el autor, el primer enfoque implica una comprensión más profunda y holística que va más allá de la ejecución de movimientos o rutinas. Resalta la importancia de una formación integral que conecte mente y cuerpo, promoviendo un equilibrio y bienestar sostenibles. Esta visión contrasta con las tendencias actuales que fomentan resultados rápidos y superficiales, alejándose de los fundamentos tradicionales del verdadero aprendizaje y desarrollo personal.
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