Una tragedia se ha desatado en Longney, Gloucestershire, donde una niña de tres años falleció tras ser lanzada por el aire cuando una fuerte ráfaga de viento levantó la cama elástica en la que jugaba. Felicity Keepin se encontraba en su hogar, acompañada por su madre y su hermano, cuando ocurrió el accidente. Según testimonios de vecinos, un fenómeno meteorológico similar a un «mini tornado» fue responsable de arrojar la cama elástica, que aterrizó a varios metros de distancia. A pesar de ser trasladada en helicóptero al Hospital Infantil de Bristol, la menor no logró sobrevivir.
El forense de Gloucestershire, Roland Wooderson, calificó el suceso como «la peor pesadilla de cualquier padre» y concluyó que la muerte fue accidental. En su informe, advirtió sobre la necesidad de anclar correctamente las camas elásticas, ya que en este caso, aunque la trampolín contaba con una red de seguridad, no estaba fijada al suelo. El médico subrayó que, aunque el peso adicional podría no haber cambiado el resultado, es crucial que los padres sean conscientes de los riesgos que conllevan estos equipos de juego, especialmente ante condiciones climatológicas adversas.
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