Con el inicio del verano, las discusiones sobre la temperatura ideal en espacios laborales se intensifican, suscitando debates entre compañeros. En este contexto, sobresale Quirón Prevención, una empresa especializada en prevención de riesgos laborales, subrayando la importancia de mantener un equilibrio térmico adecuado para asegurar un entorno de trabajo seguro, eficiente y saludable.
La temperatura operativa, la humedad relativa y la velocidad del aire son factores cruciales que afectan la percepción térmica y deben considerarse conjuntamente para garantizar comodidad en el ámbito laboral. Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), el confort térmico se consigue cuando los trabajadores no sienten ni frío ni calor extremo, alcanzando un rango de temperatura adecuado para sus actividades.
No obstante, lograr la satisfacción térmica de todos los empleados es un desafío debido a la subjetividad de la percepción del calor y frío. El objetivo, indica Quirón Prevención, es mantener el nivel de insatisfacción térmica por debajo del 10%, un logro factible siguiendo los márgenes establecidos.
Según el INSST, la temperatura operativa óptima en verano debería situarse entre 23 y 26 ºC, y entre 20 y 24 ºC en invierno para oficinas con indumentaria estándar. La humedad debe estar entre el 30 y el 70%, sin descender del 50% para evitar la electricidad estática. Además, se recomienda que la velocidad del aire no sobrepase los 0,1 metros por segundo.
Más allá de las pautas del INSST, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) presenta márgenes más estrictos, con temperaturas de entre 23 y 25 ºC en verano y de 21 a 23 ºC en invierno, restringiendo la humedad a un 45-60% en verano y 40-50% en invierno.
Quirón Prevención enfatiza que, aunque la temperatura pueda parecer un aspecto menor, impacta significativamente en la productividad, la prevención de enfermedades y la satisfacción de los trabajadores. Durante el verano, el uso intensivo del aire acondicionado puede generar contrastes térmicos que afecten el bienestar del equipo; por ello, es esencial contar con políticas claras de confort térmico basadas en normativa y datos técnico-científicos.
La compañía también destaca la importancia de una gestión activa del confort ambiental, la sensibilización de los empleados y la revisión periódica de las condiciones de climatización, adaptándolas a las particularidades de cada espacio laboral.
Este enfoque se alinea con la misión de Quirón Prevención como líder en prevención de riesgos laborales. Su compromiso se manifiesta no solo en el apoyo a empresas, sino también en su inversión en investigación, innovación y promoción de buenas prácticas en salud laboral. Con iniciativas como estas, Quirón Prevención busca situar la prevención en el centro de la cultura empresarial, garantizando así la seguridad, el bienestar y el rendimiento de los profesionales.