El floreciente incremento en el uso de bicicletas y patinetes eléctricos en las ciudades está transformando la movilidad urbana, ofreciendo una vía de transporte rápida y ecológica en comparación con los métodos convencionales. Este tipo de vehículos se han establecido como una opción popular entre los ciudadanos para desplazarse por zonas urbanas densas, favoreciendo una circulación más fluida y contribuyendo a la reducción de la contaminación ambiental. Sin embargo, el lado positivo de esta tendencia viene acompañado de desafíos significativos en el ámbito de la seguridad vial.
Quirón Prevención, una destacada empresa en la prevención de riesgos laborales, ha enfatizado la necesidad primordial de adherirse a las normativas de seguridad y a las medidas preventivas al utilizar bicicletas y patinetes eléctricos. Según la empresa, es fundamental reconocer que estos son vehículos reales, no simples dispositivos recreativos, y su uso responsable es crucial para prevenir accidentes de gravedad.
La conducción segura comienza por reconocer que las bicicletas y patinetes eléctricos están sujetos a estrictas regulaciones europeas que garantizan su fabricación bajo altos estándares de seguridad. Modificar la estructura original de estos vehículos o aumentar su velocidad, que no debe exceder los 25 km/h, incrementa el riesgo de accidentes y puede acarrear consecuencias legales. Además, el peligro eléctrico asociado con estos vehículos no debe ser subestimado. Utilizar cargadores compatibles es esencial para evitar riesgos como incendios o explosiones, debido a las baterías de gran capacidad. En caso de un fuerte impacto, es recomendable que un especialista evalúe el estado de la batería, descartando manipulaciones caseras que podrían culminar en una tragedia.
Un punto crucial señalado por Quirón Prevención es el respeto por las normas de circulación. Está prohibido el uso de dispositivos móviles mientras se conduce, así como transportar pasajeros en patinetes eléctricos, con la excepción de niños menores de siete años en bicicletas eléctricas provistas de un sistema de retención adecuado. El uso del casco es obligatorio: para menores en bicicletas y para adultos al transitar fuera de áreas urbanas, mientras que su obligatoriedad en patinetes depende de la regulación local.
Es vital considerar el entorno al transitar por aceras, zonas peatonales, autopistas y carreteras donde estos vehículos no están permitidos. La frecuente escena de conductores cruzando de un entorno a otro sin detenerse a evaluar la situación refleja la necesidad urgente de fomentar conductas responsables. En definitiva, la atención y el respeto por las normativas protegen no solo a los conductores de estos vehículos, sino también a los peatones y a otros conductores en las vías.
Promover una cultura de movilidad consciente y prudente es esencial para disfrutar de los beneficios ecológicos y de eficiencia que ofrecen las bicicletas y patinetes eléctricos, sin comprometer la seguridad en las vías públicas.