Este año marca el quinto aniversario de una Navidad sin luz para los residentes de la Cañada Real, un asentamiento en Madrid donde viven alrededor de 8,000 personas, incluyendo numerosos niños. El corte de suministro eléctrico se produjo en 2020 por parte de la compañía eléctrica, que argumentó un consumo excesivo debido a plantaciones de marihuana en la zona. A pesar de la condena por parte de diversas instituciones debido a violaciones de derechos humanos, la situación no ha cambiado. Sara, una vecina de la zona, describe su hogar como una «nevera» y afirma que la situación es desesperante debido al frío que enfrentan, recordando que sus hijas nacieron en un entorno sin luz.
Mientras tanto, la única opción oficial contemplada por la Comunidad de Madrid es el desalojo del sector 6, el más afectado. El comisionado para la Cañada Real, Ignacio Sánchez, considera esta medida como «la única vía» para garantizar acceso a suministros y servicios públicos. Sin embargo, los habitantes están preocupados por las implicaciones de salud que esto ha provocado, como lo señala un portavoz de la Plataforma Cívica Luz para la Cañada, quien lamenta la muerte de un bebé por hipotermia. Juan Ramón, un vecino nonagenario, critica la falta de atención política, recordando que los habitantes son personas que merecen dignidad y servicios básicos.
Leer noticia completa en 20minutos.