El miércoles pasado, Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos, reveló el contenido de una carta dejada por su predecesor, Joe Biden, al salir del despacho oval el 20 de enero de 2025. La carta, encontrada por Trump en el cajón del escritorio presidencial mientras firmaba una serie de decretos, comenzaba con un formal saludo «Estimado presidente Trump» y expresaba deseos de estabilidad, prosperidad y paz para los Estados Unidos durante los próximos cuatro años. Firmada por Biden y fechada el mismo día, la misiva finalizaba con bendiciones y esperanza para la nación estadounidense. Este descubrimiento se dio en el contexto de una conferencia de prensa, cuando Trump respondió de manera incierta a la pregunta de un periodista sobre la existencia de tal carta, para posteriormente encontrarla en su escritorio.
Esta tradición de dejar cartas entre presidentes salientes y entrantes comenzó con Ronald Reagan en 1989, cuando escribió una nota entretenida a su sucesor y ex vicepresidente, George H. W. Bush, en un gesto que destacó por su informalidad. Desde entonces, cada mandatario ha mantenido este ritual, caracterizado por palabras de aliento y buenos deseos hacia el nuevo ocupante de la Casa Blanca. Bush padre escribió una carta memorable a Bill Clinton, destacada por su civismo y humildad, mientras Clinton continuó la tradición con George W. Bush, quien a su vez, extendió el gesto a Barack Obama. Obama, por su parte, dejó una nota reflexiva para Trump, centrada en el éxito político. Este intercambio epistolar refleja un esfuerzo compartido por subrayar la continuidad y la estabilidad en una de las instituciones más simbólicas del país.
Leer noticia completa en OK Diario.