Las placas solares, herramientas clave en la conversión de luz solar en electricidad, han cobrado nueva relevancia tras el apagón que afectó a España el pasado 28 de abril. Aunque son eficaces para reducir costos y no interrumpen la actividad diaria, la mayoría de estas instalaciones no brindaron apoyo durante la crisis energética, ya que operan conectadas a la red eléctrica. Esta conexión es fundamental para usar la energía solar generada, pero al producirse una caída de suministro, los inversores solares se apagan automáticamente para proteger a los técnicos encargados de solucionar el problema.
Para que los paneles solares funcionen de manera autónoma durante una interrupción del servicio, es imprescindible contar con un inversor híbrido y un banco de baterías que almacene la energía generada. Sin estas herramientas, el sistema se vuelve inoperable en situaciones de fallo de la red. Asimismo, otros dispositivos como baterías externas, linternas LED manuales y generadores portátiles se presentan como alternativas efectivas para enfrentar escenarios de apagón, garantizando algunos servicios esenciales hasta que se restablezca la normalidad.
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