Durante los últimos 13 meses de conflicto en la Franja de Gaza, Qatar ha sido un actor clave en la mediación entre Israel y Hamás, buscando un alto el fuego y la liberación de rehenes. Sin embargo, tras múltiples intentos fallidos, Qatar ha anunciado su retirada del proceso de mediación. La decisión se debe a la aparente falta de «voluntad sincera» de las partes implicadas para participar en negociaciones indirectas, según fuentes qataríes. La presencia de la oficina política de Hamás en Doha desde 2012 ha estado bajo escrutinio, y hay rumores de su posible cierre, lo cual podría complicar aún más el escenario de diálogo. La situación se ha agravado tras el reciente asesinato del líder de Hamás, Yehia Sinwar, y una escalada de violencia que ha cobrado la vida de más de 43.000 personas.
Además, la retirada de Qatar como mediador coincide con presiones internacionales para que Hamás cierre su oficina en el país del Golfo, algo que el grupo islámico ha negado oficialmente. A pesar de estos desarrollos, Qatar mantiene estrechos lazos con Washington, que cuenta con la base militar más grande de Estados Unidos en la región cerca de Doha. Sin embargo, el potencial cierre de la oficina de Hamás podría cerrar uno de los pocos canales de comunicación indirectos con el movimiento, crucial para cualquier esfuerzo futuro hacia la estabilización y la liberación de los rehenes, actualmente estimados en 101 personas. La falta de disposición de ambos lados para negociar sin condiciones ha dejado a los mediadores frustrados, y la situación humanitaria en el norte de Gaza sigue siendo catastrófica.
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