En un reciente encuentro en Rusia, el dirigente norcoreano Kim Jong-un reafirmó su respaldo inquebrantable al presidente Vladímir Putin, asegurando un «apoyo incondicional» a las políticas de Moscú. La reunión, considerada estratégica, subraya el fortalecimiento de la relación entre Pyongyang y Moscú en medio de un tenso panorama internacional. Se discutieron temas de cooperación económica y militar, destacando la importancia de la alianza frente a las crecientes sanciones occidentales.
El apoyo de Corea del Norte a Rusia se ha manifestado en múltiples foros internacionales, donde ha defendido las acciones del Kremlin. Este encuentro refuerza la idea de una colaboración que va más allá de lo simbólico, sugiriendo posibles acuerdos que intensifiquen el intercambio comercial y la asistencia militar. Observadores internacionales siguen de cerca estos movimientos, preocupados por el impacto que podría tener en la estabilidad regional y en la ya complicada dinámica geopolítica mundial.
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