Pavel Latushka, exministro de Cultura de Bielorrusia y actual vicepresidente del gobierno de transición en el exilio, está marcado como «traidor» por el presidente bielorruso, Aleksander Lukashenko. Exiliado en Polonia, Latushka enfrenta constantes amenazas de muerte y complots para atentar contra su vida debido a su oposición al régimen bielorruso. Lukashenko, en el poder desde hace 30 años, lo considera una amenaza significativa después de que Latushka rompiera sus lazos con el gobierno tras el controvertido resultado de las elecciones de 2020. El opositor bielorruso está bajo protección permanente y denuncia las tácticas de los gobiernos de Lukashenko y su socio ruso, Vladimir Putin, que incluyen espionaje, intentos de asesinato y estrategias de guerra híbrida contra la oposición.
Latushka destaca el uso de métodos extraordinarios por parte de los regímenes autoritarios para silenciar las voces disidentes, incluyendo secuestros y asesinatos. Mientras tanto, desde su exilio, sigue administrando sus responsabilidades y abogando por los derechos humanos en Bielorrusia, donde las condiciones de los presos políticos son deplorables. Denuncia que se han abierto más de 15,000 casos por motivos políticos bajo el mandato de Lukashenko, quien opera como un «muñeco de Putin». Además, Latushka informa que su gobierno en exilio está recopilando pruebas para presentar cargos en el Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la humanidad. A pesar de las amenazas directas de Lukashenko, Pavel Latushka continúa su lucha por una Bielorrusia democrática, instando al apoyo de la comunidad internacional y subrayando la importancia de la solidaridad europea frente al actual clima de represión en su país natal.
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