En medio de la prolongada invasión de Rusia a Ucrania, que ya ha cumplido 1.000 días, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha implementado medidas poco convencionales para suplir la falta de equipo militar debido al desgaste constante. En un giro inesperado, se ha recurrido a tanques soviéticos que originalmente estaban destinados a ser utilizados como utilería en producciones cinematográficas. Karen Shakhnazarov, director ejecutivo de Mosfilm, el estudio cinematográfico más grande y antiguo de Rusia, reveló que donaron decenas de estos vehículos blindados, incluidos 28 tanques T-55, ocho tanques ligeros PT-76 y seis vehículos de combate de infantería, al ejército ruso. Este movimiento subraya la escasez de recursos bélicos que enfrentan las fuerzas rusas en el conflicto.
Aunque no se ha confirmado si estos tanques han sido desplegados en el conflicto con Ucrania, ya el año pasado circularon informes sobre la reutilización de tanques de los años 50 por parte de Rusia para continuar la campaña militar. Además, Shakhnazarov anunció que Mosfilm ha contribuido con donaciones de 6 millones de rublos (aproximadamente 57.000 euros) para las necesidades bélicas del país en lo que va de 2024. Estos esfuerzos reflejan cómo las restricciones materiales están llevando al Kremlin a buscar soluciones innovadoras y, en ocasiones, simbólicas, para mantener sus operaciones militares en Ucrania, una situación que plantea interrogantes sobre la capacidad de Rusia para sostener una contienda prolongada.
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