Moscú ha presentado una propuesta indeterminada que no especifica qué territorios ocupados serían devueltos al control de Kiev, según informes de The Washington Post. Esta falta de claridad ha suscitado escepticismo en Ucrania, que sospecha que la oferta podría ser parte de una maniobra táctica del líder ruso para distraer o debilitar la determinación ucraniana y de sus aliados internacionales. La propuesta llega en un momento de tensiones crecientes y desplazamiento de tropas en la región, lo que incrementa las dudas sobre las intenciones reales de Moscú.
En Ucrania, la respuesta ha sido de cautela y desconfianza. Autoridades ucranianas consideran que la oferta podría ser un intento de dilación o un truco para ganar tiempo y mejorar su posición estratégica en el conflicto. En este contexto, la propuesta rusa añade complejidad a las ya tensas conversaciones diplomáticas, en las que Kiev busca reafirmar su compromiso con la integridad territorial y exigir garantías más claras por parte de Rusia. La comunidad internacional observa con atención, consciente de que las decisiones tomadas tendrán un impacto significativo en la estabilidad de la región.
Leer noticia completa en El Mundo.