El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó este lunes un decreto que aumenta el tope del personal de sus Fuerzas Armadas en 180.000 efectivos adicionales, sumando un total de 1,5 millones de militares. Este incremento, que lleva la capacidad total del ejército ruso a 2.389.130 miembros incluyendo personal auxiliar, es el tercero ordenado por Putin desde el inicio de la invasión a Ucrania en 2022. La medida, que entrará en vigor en diciembre, tiene como objetivo enfrentar la amenaza percibida de la OTAN y anticipar posibles conflictos futuros, según los analistas militares rusos. Este aumento se implementará a través de contratos profesionales en lugar de una movilización forzada, que sería impopular entre la población.
El ejército ruso, que al inicio de la guerra contaba con 1,1 millones de combatientes teóricos, ha sufrido significativas bajas que justifican este nuevo incremento. Datos oficiales rusos señalan que la tasa de pérdidas es de una a cinco frente a los ucranianos, con unas 50.000 bajas ucranianas mensuales y en torno a 130.000 bajas rusas desde el inicio del conflicto. A pesar de las promesas de Moscú, la guerra ha debilitado notablemente al ejército ruso, y los expertos coinciden en que nuevos aumentos de personal serán necesarios. Mientras tanto, el Instituto Kiel de Alemania ha alertado sobre el lento rearme europeo comparado con la rapidez de Rusia, que en seis meses produce el equivalente al inventario militar actual de Alemania.
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