La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, reconoció en Varsovia el error histórico de subestimar el poder y las intenciones del presidente ruso, Vladímir Putin, desde la anexión de Crimea en 2014. Durante años, las amenazas nucleares de Putin han sido una herramienta para minar el apoyo occidental a Ucrania. La situación se ha vuelto más alarmante tras la autorización de Estados Unidos, encabezada por el presidente saliente Joe Biden, para que Ucrania utilice misiles ATACMS de largo alcance contra territorio ruso. Este cambio en la política estadounidense podría desencadenar respuestas más beligerantes por parte de Rusia, que ya cuenta con soldados norcoreanos en el conflicto, elevando así la tensión internacional y dejando un desafío diplomático complejo para el posible retorno de Donald Trump a la Casa Blanca.
Simultáneamente, Europa busca estrategias para fortalecer su postura frente a la amenaza rusa. Con un cónclave en Varsovia de los ministros de exteriores de los Cinco Grandes de la UE y Reino Unido, el objetivo es crear un frente común frente a la creciente amenaza que supone Rusia, especialmente en vista de un posible cambio en la administración estadounidense. Alemania ha anunciado un incremento significativo en su presupuesto de defensa y apoyo militar inteligente a Ucrania. Sin embargo, discusiones sobre misiones de mantenimiento de paz europeas en el conflicto han sido pospuestas, ya que la atención sigue centrada en garantizar la estabilidad y seguridad de Ucrania ante un entorno internacional que cambia rápidamente.
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