En un giro inesperado, el presidente de Rusia no figura en la delegación del Kremlin que viajará a Turquía para participar en las negociaciones con Ucrania. Estas conversaciones se consideran cruciales para intentar aliviar las tensiones que persisten entre ambos países. La ausencia del líder ruso ha generado especulaciones sobre la seriedad y el nivel de compromiso que Moscú está dispuesto a mostrar en estas reuniones, dado que su presencia habría sido interpretada como un gesto significativo hacia el diálogo y la diplomacia.
Las negociaciones, programadas para llevarse a cabo en Turquía, han sido percibidas como una plataforma neutral para que ambos lados exploren posibles caminos hacia la desescalada. Sin embargo, la decisión de no incluir al presidente ruso en el grupo negociador podría influir en la dinámica y en el tono de las discusiones. Analistas políticos sugieren que esto podría ser una señal de distanciamiento oficial o, por el contrario, una estrategia calculada para permitir que los diplomáticos trabajen sin la presión de altos mandos. La comunidad internacional observa de cerca estos desarrollos, esperando que las conversaciones den lugar a progresos sustanciales hacia una solución pacífica.
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