En el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, el presidente ruso Vladimir Putin expresó su preocupación por el riesgo de una tercera guerra mundial, vinculado a la escalada del conflicto en Ucrania y la situación de las instalaciones nucleares en Irán. Aunque manifestó su inquietud de manera sincera, Putin continuó su discurso con un tono desafiante, asegurando que «toda Ucrania es nuestra» y defendiendo la idea de una identidad compartida entre rusos y ucranianos. Además, subrayó la necesidad de buscar soluciones pacíficas ante las tensiones internacionales.
Durante su intervención, Putin destacó el cumplimiento de los compromisos de Rusia con Irán en el ámbito nuclear, pero rechazó cualquier implicación militar en el conflicto a favor de Teherán. Se dirigió a quienes critican la respuesta de Rusia en la guerra, preguntándose qué más se esperaba que hiciera el Kremlin. Asimismo, insinuó que podría ampliar sus objetivos en Ucrania al mencionar la posibilidad de conquistar la región de Sumi, destacando que las condiciones de Rusia para las futuras negociaciones serán cada vez más estrictas en caso de que Ucrania no ceda.
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