La carretera inacabada que pretendía conectar Cercedilla con Valsaín se ha convertido en un símbolo de proyectos a medio terminar en la comunidad de Madrid. Concebida para facilitar el acceso de los madrileños al entorno natural de la Sierra de Guadarrama, la vía quedó paralizada debido a problemas de financiación y disputas administrativas. A pesar de ello, el sendero que se extiende por el trazado previsto es hoy una ruta popular para excursionistas y ciclistas que buscan escapar del bullicio de la capital y disfrutar de la naturaleza.
Aunque el proyecto original prometía acercar a los habitantes de Madrid a la belleza inaccesible de la sierra, lo cierto es que el tramo nunca llegó a completarse, dejando en el aire la mejora que esperaban urbanistas y turistas. La situación ha provocado tanto críticas como adaptaciones creativas; el camino, inicialmente pensado para vehículos, se ha transformado en un corredor ecológico no planificado que invita al senderismo y al ciclismo de montaña, demostrando cómo lo inacabado puede encontrar su lugar en la vida de las personas.
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