En el primer semestre de 2024, Junts y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) han manifestado su descontento ante la ejecución de solo un 20% de los presupuestos asignados por el Estado a la región catalana. Ambas formaciones políticas, que tienen un fuerte peso en el panorama autonómico, consideran que la baja ejecución presupuestaria reflejada en estos primeros seis meses socava los esfuerzos de desarrollo económico y social en Cataluña. Además, argumentan que esta falta de inversión estatal es recurrente y erosiona aún más la confianza de los catalanes en las promesas del gobierno central, aumentando las tensiones en la relación entre Cataluña y Madrid.
Junts y ERC exigen explicaciones y medidas inmediatas para revertir esta situación, demandando al gobierno central un compromiso real y tangible que garantice la correcta implementación de las partidas aprobadas en los presupuestos generales. Insisten en que el desarrollo de infraestructuras y servicios esenciales, que dependen de estas inversiones, es vital para el bienestar de los ciudadanos catalanes. A través de discursos y comunicaciones oficiales, ambas formaciones subrayan que la continua demora en la ejecución presupuestaria no solo tiene impactos económicos, sino que también potencia la percepción de injusticia y resquebraja los esfuerzos por mantener la cohesión territorial dentro del conjunto del Estado español.
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