El secretario general, Jordi Turull, ha reiterado su compromiso firme con la defensa del idioma catalán como un pilar fundamental de la identidad cultural de Cataluña. Durante una reciente intervención, Turull subrayó que su partido no está dispuesto a ceder en sus exigencias respecto al uso del catalán, especialmente en el ámbito público y educativo. Según Turull, entender y hablar catalán es una condición indispensable para todas aquellas personas que decidan residir en Cataluña. Esta postura se enmarca en el contexto de las políticas lingüísticas autonómicas que buscan preservar y promover el uso del catalán frente al castellano.
Esta decisión ha generado reacciones variadas tanto a nivel local como nacional. Por un lado, defensores del catalán aplauden el enfoque del secretario general como una medida necesaria para garantizar la supervivencia del idioma y la cultura catalanas. Por otro lado, críticos argumentan que tal rigidez puede exacerbar tensiones lingüísticas y ser percibida como una política excluyente para aquellos que migran a la región. La declaración de Turull inevitablemente vuelve a situar la cuestión lingüística en el centro del debate político catalán, incitando discusiones sobre el equilibrio entre cohesión social y preservación cultural.
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