En un acalorado debate sobre inmigración y seguridad, el ex presidente de la Generalitat ha desafiado el discurso del creciente líder político, Orriols. Durante un evento reciente, el ex presidente enfatizó la necesidad de abordar estas cuestiones con un enfoque basado en derechos humanos y políticas inclusivas. Alertó sobre el peligro de recurrir a discursos de miedo y división que, según él, no sólo distorsionan la realidad, sino que también contribuyen a una mayor polarización en la sociedad. Sus declaraciones llegan en un momento crítico en el que Orriols está ganando tracción política con un mensaje más restrictivo.
Por su parte, Orriols ha criticado lo que considera una gestión permisiva de la inmigración por parte de administraciones anteriores, argumentando que esta ha afectado la seguridad y cohesión social. Durante su intervención, subrayó la importancia de implementar normas más estrictas y efectivas para el control migratorio. Ante este escenario, el debate entre ambas posiciones refleja una creciente división en la opinión pública catalana sobre cómo enfrentar estos retos, con las elecciones autonómicas en el horizonte como un posible escenario decisivo para determinar la dirección política futura en la región.
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