El líder de Junts ha expresado su desacuerdo con la decisión del Alto Tribunal de no considerar extinto su delito de malversación. Este posicionamiento del tribunal ha sido calificado por el político como «insostenible», argumentando que el proceso judicial no ha tenido en cuenta todos los elementos necesarios para una valoración justa del caso. La controversia se enmarca en un contexto político tenso, donde el tema de la malversación sigue siendo un punto de fricción entre las instituciones y el partido.
Este desacuerdo se produce mientras el debate sobre las reformulaciones legales y su aplicación a casos pasados continúa generando divisiones. La defensa del líder de Junts insiste en que la reinterpretación de la ley debería favorecer la absolución o reducción de penas ante cambios legislativos. Esta situación refleja las complejidades del sistema judicial y las tensiones políticas latentes en Cataluña. Las reacciones ante esta decisión podrían tener implicaciones significativas para el futuro político del líder y para las relaciones entre las fuerzas políticas del país.
Leer noticia completa en El Mundo.