La dirección de la agrupación neoconvergente en Perpiñán se encuentra inmersa en negociaciones cruciales con el PSOE, enfocadas en definir los términos de su separación. Estas conversaciones se centran en establecer el alcance del divorcio político entre las dos formaciones, que han compartido una alianza estratégica en Cataluña. La tensión entre ambos partidos ha escalado, reflejando discrepancias insoslayables en sus objetivos políticos y estratégicos. El diálogo actual está destinado a resolver aspectos logísticos y organizativos del fin de su colaboración, en un intento por minimizar el impacto de esta ruptura en sus respectivos electorados.
El proceso de negociación es observado de cerca por las bases de ambos partidos, así como por analistas políticos que consideran este divorcio como un hito significativo en el panorama político catalán. A pesar de las diferencias evidentes, una parte considerable del enfoque está puesta en mantener una transición ordenada que evite fracturas mayores dentro del bloque independentista. Las expectativas son altas en cuanto a la capacidad de ambos partidos para manejar esta situación con el pragmatismo necesario, y sus decisiones podrían tener repercusiones importantes en las próximas citas electorales en Cataluña.
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