El rapero Sean Combs, conocido como Puff Diddy, fue sentenciado este viernes en Nueva York a 50 meses de prisión por cargos de transporte para ejercer la prostitución, junto a una multa de 500,000 dólares. Combs, de 55 años, eludió los delitos más graves relacionados con crimen organizado y tráfico sexual que podrían haberle acarreado una pena de cadena perpetua al ser absuelto de esas acusaciones en julio. La sentencia ha causado conmoción, especialmente entre sus hijos, que solicitaron al juez una “segunda oportunidad” para su padre.
En audiencias emotivas, seis de los siete hijos de Combs abogaron en su defensa, describiéndolo como su “superhéroe” y un hombre que ha cambiado desde su detención. Justin Combs, de 32 años, resaltó la necesidad de que su padre pueda seguir ofreciendo algo al mundo y a su familia. Otros, como Jessie y Christian Combs, también expresaron su deseo de ver a su padre libre, recordando sus enseñanzas sobre el respeto y su apoyo a la familia. Sin embargo, la preocupación por el futuro de su hermana menor, Love, de apenas dos años, quedó patente, dado que su padre se encuentra recluido desde septiembre de 2024.
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