El Puente Avenida de Irún, en Guipuzkoa, se encuentra en proceso de ser declarado Lugar de Memoria Democrática, una medida que subraya su importancia como símbolo de la memoria histórica del exilio durante la Guerra Civil española. Esta iniciativa ha sido anunciada por el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, que ha respondido a la solicitud presentada por el Ayuntamiento de Irún en junio del año pasado, conforme a las directrices de la Ley de Memoria Democrática de octubre de 2022.
Durante los primeros meses de la contienda, el Puente Avenida se erigió como un salvavidas fundamental para miles de refugiados que, enfrentándose a las inclemencias de la guerra, cruzaron hacia Francia en busca de seguridad. Fernando Martínez, secretario de Estado de Memoria Democrática, remarcó la relevancia histórica de este paso fronterizo en un acto conmemorativo celebrado en Irún. Según Martínez, los eventos que acontecieron en este lugar son de gran significación tanto histórica como simbólica, destacando el primer éxodo ocurrido apenas un mes después del inicio de la guerra.
El éxodo inicial a través del Puente Avenida se dio durante la ofensiva de las tropas sublevadas en Guipuzkoa, provocando que alrededor de 15,000 personas, predominantemente mujeres y niños, se vieran forzadas a abandonar sus hogares y cruzar hacia Hendaya para evitar el avance de las fuerzas sublevadas. Este evento marcó solo el inicio de las cinco oleadas de refugiados hacia el exterior que vendrían a lo largo de la guerra.
El objetivo de la declaración del Puente Avenida como Lugar de Memoria Democrática es preservar los recuerdos de aquellos que enfrentaron el exilio y las dificultades de la guerra, así como fomentar el reconocimiento de los sacrificios y el sufrimiento de las víctimas. Fernando Martínez enfatizó que este espacio no solo es importante para Guipuzkoa, sino que se alza como un pilar de la memoria colectiva de toda España, representando la historia no contada de quienes vivieron la Guerra Civil y sus consecuencias.
Con esta iniciativa, el gobierno español reconoce la necesidad de preservar y difundir el legado de memorias compartidas, asegurando que las futuras generaciones comprendan la importancia de recordar el pasado para construir un futuro más justo y democrático. Así, el Puente Avenida no solo mantiene su función original como conexión entre dos ciudades, sino que se transforma en un símbolo de resistencia y esperanza para aquellos que alguna vez cruzaron sus límites huyendo del horror de la guerra.
Fuente: Ministerio Políticas Territoriales y Memoria Democrática.