El Comité Federal del PSOE se reunió recientemente en Ferraz, donde la mayoría de los dirigentes expresaron su apoyo al secretario general, Pedro Sánchez, a excepción del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien reclama una cuestión de confianza o la convocatoria de elecciones. Page argumentó que es esencial que Sánchez demuestre que cuenta con el respaldo del Parlamento que le eligió, sugiriendo la posibilidad de elecciones anticipadas. Su postura no tardó en provocar reacciones adversas de varios ministros y líderes socialistas, quienes cuestionaron su hipocresía y le instaron a ser más transparente respecto a la crítica interna hacia el partido.
Ministros como Óscar Puente y Ángel Víctor Torres respondieron con contundencia a Page, resaltando que sus demandas coinciden con las del Partido Popular. Puente le recriminó sus contradicciones en torno a la nueva ejecutiva, mientras que Torres advirtió de la irresponsabilidad de hacer lo que la oposición exige. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, defendió la gestión de Sánchez y afirmó que cualquier ataque hacia él es un ataque al partido en su conjunto. Illa subrayó la determinación del PSOE para avanzar a pesar de la reciente crisis de corrupción y el impacto del caso de Santos Cerdán.
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