La Comunidad Valenciana, especialmente la provincia de Valencia, se encuentra sumida en un profundo estado de caos y desolación tras el paso de la DANA. Las intensas lluvias han dejado a su paso calles llenas de barro, viviendas y comercios destruidos, y una estela de tragedia entre sus habitantes. En l’Alcudia, el saldo es trágico con la muerte de una madre y su hija debido al colapso de un hogar y un camionero desaparecido arrastrado por la crecida de un barranco. Las autoridades locales lamentan la falta de un aviso a tiempo que podría haber prevenido las múltiples pérdidas humanas y materiales. Mientras tanto, los vecinos de localidades como Massanassa y Utiel enfrentan los estragos de la tormenta entre la desesperación ante la devastación y la esperanza brindada por la solidaridad comunitaria.
La respuesta a la catástrofe se ha visto reforzada por la movilización de voluntarios y la llegada de ayuda material de organizaciones y municipios cercanos. Más de 500 personas se han volcado a limpiar y asistir en l’Alcudia, aunque aún queda un largo camino para la recuperación total. Los efectivos de la UME comenzaron a arribar, pero su intervención es urgente en diversos puntos afectados. En Massanassa, la comunidad y las autoridades locales trabajan para restablecer los servicios básicos, aunque las necesidades superan la capacidad de respuesta inmediata. En Utiel, más de un centenar de familias han sido afectadas, y el alcalde Ricardo Gabaldón espera la ayuda institucional que podría tardar en llegar. Mientras tanto, los vecinos no han cesado en sus esfuerzos por limpiar y reconstruir, enfrentando un futuro incierto pero con la determinación de superar los desafíos que la naturaleza ha impuesto.
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