La reciente muerte de Liam Payne, exintegrante de la mundialmente famosa banda One Direction, ha sacudido profundamente al mundo de la música y más allá. Su funeral, llevado a cabo en Buckinghamshire, noroeste de Londres, reunió a los antiguos miembros del grupo: Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Niall Horan. A la ceremonia también asistieron personas cercanas a Payne, como su expareja Cheryl Tweedy y su última pareja, la influencer Kate Cassidy. La despedida tuvo lugar más de un mes después de su fallecimiento en Buenos Aires a la edad de 31 años, en un evento que reflejó la sobriedad y la privacidad solicitada por su familia.

Días después del funeral, el tabloide británico Daily Mail publicó una imagen impactante que sería la última foto de Payne con vida. En la imagen, Payne aparece siendo llevado por dos empleados del hotel donde se hospedaba, minutos antes de su trágica caída desde el balcón de su habitación. La divulgación de esta fotografía ha suscitado debate sobre si el cantante podría haber recibido ayuda a tiempo, como manifestó un amigo suyo al New York Post. Las circunstancias de su fallecimiento se encuentran bajo discusión, dado que un empleado había alertado previamente a las autoridades sobre un «hombre agresivo que podría estar bajo los efectos de sustancias», avivando la discusión sobre el papel que pudieron desempeñar los esfuerzos de ayuda en este lamentable suceso.

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