Ambos partidos han expresado su preocupación por un acuerdo reciente, alegando que fomenta la desinformación al basarse en un supuesto inexistente. Los representantes de las formaciones aseguran que el pacto, lejos de aportar claridad, confunde a la ciudadanía al no fundamentarse en hechos verificables. Esta situación ha generado tensiones en el ámbito político, donde la veracidad y la transparencia con el electorado son cada vez más demandadas.
En este contexto, se ha visto un incremento en las críticas tanto en redes sociales como en declaraciones de figuras públicas que cuestionan la legitimidad del acuerdo. Los críticos sostienen que las decisiones deben sustentarse en datos concretos y no en conjeturas, para evitar continuar alimentando la polarización y el escepticismo entre la población. Las denuncias subrayan la importancia de validar la información antes de formalizar acuerdos que impacten en la sociedad.
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