En una muestra de creciente tensión política, el Partido Popular y otros grupos parlamentarios han insistido en que el presidente del Gobierno comparezca de inmediato en la Cámara para abordar asuntos de interés nacional. Esta exigencia se produce en respuesta a la intención del mandatario de presentarse ante el Parlamento dentro de tres semanas, un plazo que los partidos consideran inaceptable dada la urgencia de los temas pendientes. La oposición ha manifestado su descontento, argumentando que el retraso en la comparecencia refleja una falta de respeto hacia el funcionamiento democrático y una evasión de responsabilidades en un momento crítico para el país.
El reclamo unificado de los partidos evidencia la presión que enfrenta el Gobierno ante situaciones que requieren una rápida respuesta institucional. Los grupos parlamentarios han subrayado la importancia de una discusión abierta y transparente, especialmente cuando las cuestiones en juego afectan directamente a la estabilidad política y social. El debate sobre el calendario propuesto por el presidente se ha convertido en un nuevo campo de batalla entre el Ejecutivo y la oposición, elevando el tono del enfrentamiento político en un periodo ya marcado por la volatilidad.
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