El juicio en la Audiencia Nacional por el asesinato de Diego Valencia en Algeciras, ocurrido el 25 de enero de 2023, ha enfrentado este miércoles una sesión crucial para esclarecer las circunstancias del crimen. En el centro del debate está Yassine Kanjaa, el presunto autor de los hechos, de 28 años, que ha optado por no declarar. La sesión ha reunido a varios psiquiatras que han elaborado informes contradictorios sobre el estado mental del acusado, destacando la posible influencia de un episodio psicótico agudo en la comisión del delito y la radicalización islámica que podría haberlo motivado. Los especialistas coinciden en su afección mental, pero no en el peso que esta tiene en contraste con el proceso de islamización radical que habría experimentado Kanjaa. Las deliberaciones también han cuestionado si el acusado actuó movido por un deber moral, sintiéndose una figura mesiánica.
El proceso jurídico busca determinar una condena adecuada, con el Ministerio Fiscal solicitando hasta 50 años de prisión, y dos acusaciones populares pidiendo prisión permanente revisable. Durante el juicio, han salido a la luz datos preocupantes sobre el historial y comportamiento de Kanjaa, quien había dejado de consumir alcohol y drogas poco antes de los sucesos y había intensificado sus prácticas religiosas. El análisis de su actividad en redes sociales mostró un aumento en la divulgación de contenido yihadista, incluyendo conexiones con figuras radicales. Esta evidencia ha avivado el debate sobre la naturaleza del crimen, si fue un acto terrorista influenciado por enfermedad mental o radicalización. Pese a estas complejidades, se espera que el juicio continúe el jueves con la presentación de alegaciones por parte de los abogados, preparándose así para el veredicto final.
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