La Comunidad de Madrid ha dado un nuevo paso en la conservación y gestión sostenible de sus recursos naturales con la inauguración de una instalación divulgativa diseñada para fomentar la educación ambiental y el turismo responsable. Situada estratégicamente, la instalación tiene una capacidad total de 75 metros cúbicos distribuidos en dos acuarios separados. Uno de estos acuarios alberga especies autóctonas de los ríos de alta montaña, mientras que el otro está dedicado a especies alóctonas presentes en embalses, como la carpa y el black bass.
El acceso a esta instalación es completamente gratuito y los interesados pueden consultar horarios e información adicional a través de la página web institucional. Este proyecto no solo busca educar al público sobre la biodiversidad acuática, sino también servir como catalizador para el desarrollo socioeconómico de la zona mediante la creación de escenarios de pesca deportiva. Según declaraciones del consejero responsable, este tipo de prácticas han demostrado ser beneficiosas en otras regiones, generando empleo y mejorando la conservación de las especies.
Un aspecto destacado del proyecto es su enfoque en la trucha común, una especie vulnerable que actúa como un indicador del buen estado ecológico de los ríos de montaña. Este salmónido se enfrenta a amenazas como la contaminación genética, resultado de la repoblación con ejemplares de piscifactorías centroeuropeas y nórdicas.
En este contexto, la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior está llevando a cabo la construcción de un banco de reproductores en Rascafría. Las obras, iniciadas en diciembre pasado, tienen como objetivo entrar en funcionamiento antes de fin de año. Este banco jugará un papel crucial en la conservación de la trucha, al focalizarse en la calidad genética de los progenitores y sus descendientes.
Se espera que el banco produzca alrededor de 10,000 huevos fértiles que podrán ser reintroducidos en los ríos locales. Estos esfuerzos, junto con la nueva instalación educativa, cuentan con una inversión de más de 300,000 euros, cofinanciados por fondos europeos. Este proyecto no solo representa un avance en la conservación de la biodiversidad local, sino también una oportunidad para desarrollar un modelo de turismo sostenible que beneficie a las comunidades locales.