En el último trimestre de 2024, el mercado inmobiliario de la Unión Europea ha mostrado un notable aumento en los precios de las viviendas y los alquileres, según los recientes datos de Eurostat. Se registra un incremento del 4,9% en los precios de la vivienda en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que los alquileres han subido un 3,2%, confirmando una tendencia al alza en toda la región.
Comparando con el trimestre anterior, el tercer del 2024, los precios de las viviendas aumentaron un 0,8%, y los alquileres experimentaron un crecimiento del 0,6%. Estos incrementos reflejan un mercado que sigue creciendo, aún tras ciertos periodos de fluctuación en las tasas de aumento de precios observadas anteriormente.
Desde el año 2010 hasta el cuarto trimestre de 2024, los precios de las viviendas en la Unión Europea han registrado un aumento del 55,4%, en contraste con el 26,7% de incremento en los alquileres. Esto indica que, a pesar de que los alquileres han mantenido una subida continua, los precios de las viviendas han experimentado variaciones más pronunciadas. Un ejemplo notable de este fenómeno tuvo lugar entre el primer trimestre de 2015 y el tercer trimestre de 2022, periodo durante el cual los precios de las viviendas experimentaron un aumento significativo antes de una ligera estabilización, seguida de un nuevo repunte en 2024.
A nivel nacional, es evidente que en 21 países de la UE los precios de las viviendas han crecido más aceleradamente que los alquileres desde 2010. Hungría y Estonia destacan con incrementos por encima del 200% en los precios de las viviendas. Lituania, Letonia y Portugal tampoco se quedan atrás con aumentos considerables en el sector inmobiliario. Italia se desmarca como el único país donde los precios de las viviendas han disminuido, con una baja del 4% durante el mismo periodo.
Por otro lado, el costo de los alquileres ha aumentado en 26 países europeos, con Estonia, Lituania y Hungría a la cabeza, con incrementos superiores al 100%. Grecia se presenta como la excepción, reportando una disminución del 13% en los precios de los alquileres.
Este contexto plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de estos incrementos y su impacto en la accesibilidad de la vivienda para los ciudadanos europeos. La situación actual sugiere que las políticas en materia de vivienda y urbanismo serán cruciales en la definición de estrategias futuras tanto a nivel local como nacional, influenciando así el rumbo del mercado inmobiliario en la región.