Un reciente estudio liderado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), junto con sus colaboradores, ha advertido sobre el riesgo de un aumento significativo en el uso de antibióticos en la ganadería mundial para el año 2040, proyectando un incremento cercano al 30% si no se adoptan medidas urgentes.
La investigación, publicada en la revista científica Nature Communications, revela que, de persistir las tendencias actuales, el consumo global de antibióticos en el sector ganadero podría alcanzar las 143.481 toneladas en 2040. Sin embargo, se plantea una solución: mejorar la productividad ganadera podría reducir este uso esperado en un 57%, dejándolo en torno a las 62.000 toneladas. Esto implicaría optimizar la sanidad animal y emplear prácticas de gestión más eficientes.
Alejandro Acosta, economista del sector pecuario de la FAO y autor principal del estudio, subraya que «mejorar la eficiencia de la producción ganadera es clave para frenar el uso de antibióticos». Según Acosta, al elevar la productividad sin aumentar el número de animales, se puede no solo reducir la dependencia de antibióticos, sino también reforzar la seguridad alimentaria a nivel mundial.
Una de las innovaciones significativas introducidas por el estudio es un método para la conversión de biomasa ganadera. Este método permite estimar más precisamente el uso de antibióticos, suministrando así a los responsables de políticas herramientas más efectivas para desarrollar estrategias en este ámbito.
El estudio también destaca la importancia de los compromisos globales en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos. La Asamblea General de las Naciones Unidas ha hecho un llamado para lograr una reducción notable en el uso de estos fármacos en los sistemas agroalimentarios para 2030. Este reto es especialmente pronunciado en regiones donde la ganadería está en expansión debido a la creciente demanda de alimentos.
Por su parte, Junxia Song, oficial superior de Sanidad Animal de la FAO y coautora del estudio, enfatiza la necesidad de colaboración entre las partes interesadas en el sector pecuario para mejorar la prevención de enfermedades, fortalecer los sistemas de monitoreo e invertir en innovaciones destinadas a promover la salud animal y reducir la dependencia de antibióticos.
En un esfuerzo por respaldar estos objetivos, la FAO ha lanzado la iniciativa RENO FARM, la cual proporciona orientación política, asistencia técnica y capacitación a los países. Esta iniciativa busca reducir el uso de antibióticos promoviendo una transformación sostenible en el ámbito de la ganadería.