La icónica fuente de Cibeles, situada en el corazón de Madrid, será vaciada temporalmente los días 4 y 5 de febrero para someterse a estudios preliminares de conservación, según informaron las autoridades del área de Cultura, Turismo y Deporte. Este paso es el inicio de un proceso de restauración necesario debido a la aparición de una «fina capa blanquecina» sobre la superficie del monumento, que se encuentra en una zona de intenso tráfico urbano. Este fenómeno se atribuye a los efectos de la contaminación y otros agentes ambientales que han provocado el deterioro del conjunto escultórico, que data de 1782. La delegada del área, Marta Rivera de la Cruz, subrayó que el estudio preliminar tiene un presupuesto aproximado de 15.000 euros, y las decisiones sobre el alcance de la intervención se tomarán una vez se completen los análisis.
La restauración podría emular el modelo de patrocinio que se aplicó en la fuente de Neptuno, donde la colaboración privada permitió reducir significativamente los costes para las arcas municipales. La fuente de Cibeles, una obra maestra del arquitecto Ventura Rodríguez y del escultor Francisco Gutiérrez, fue inaugurada en 1792 y se ha consolidado como símbolo madrileño. Representa a la diosa mitológica Cibeles, símbolo de fertilidad, naturaleza y maternidad, sentada en un carro tirado por leones, que son emblemas de poder y protección. La restauración busca preservar no solo el valor artístico del monumento, sino también su función como punto de referencia y atracción turística clave en la capital española.
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