En Argentina, la acción climática está cobrando protagonismo en las provincias ante la postura negacionista del gobierno nacional de Javier Milei, quien recortó significativamente el presupuesto ambiental y degradó el Ministerio de Ambiente a una subsecretaría. A nivel internacional, aunque expresara su intención de retirar a la Argentina del Acuerdo de París, el país sigue siendo miembro y participa en las reuniones climáticas globales. Las provincias están buscando reforzar sus políticas climáticas, destacando el papel crucial de los territorios en la implementación de estas acciones, a pesar de la falta de apoyo nacional. Esta iniciativa provincial es vista como esencial para construir una política ambiental efectiva ante eventos climáticos extremos.
En este contexto, las provincias se organizan para compartir experiencias y unificar sus estrategias, como lo muestra la reciente formación de la Alianza Verde Argentina. Sin embargo, el avance es desigual, ya que sólo unas pocas provincias han convalidado sus planes de respuesta a nivel nacional, y la mayoría depende de inventarios nacionales de GEIs. En el aspecto financiero, las provincias enfrentan desafíos para acceder a fondos internacionales sin la garantía del gobierno nacional. Aun así, buscan alternativas como la emisión de bonos de carbono y colaboraciones interprovinciales. En vísperas de la COP30 en Belém, los gobiernos subnacionales ven en la conferencia una posibilidad para elevar sus voces y cooperar internacionalmente, reflejando un anhelo por mantener y fortalecer la acción climática desde sus territorios.
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