En la capital catalana, se vivió una noche de tensiones debido a una manifestación que derivó en disturbios. Los manifestantes causaron destrozos en varios establecimientos comerciales y prendieron fuego a numerosos contenedores. La situación requirió la intervención de los bomberos, quienes actuaron rápidamente para controlar las llamas y evitar que se propagaran a otras áreas. Las fuerzas de seguridad también estuvieron presentes para intentar restablecer el orden en las calles afectadas por el tumulto.
Las autoridades han expresado su preocupación por el impacto de los daños materiales y la posible afectación a la seguridad pública. Los eventos han generado un amplio despliegue policial y se ha instado a la población a mantenerse alejada de las áreas conflictivas. Esta manifestación es parte de una serie de protestas que han sacudido la región en las últimas semanas, reflejando un clima de creciente descontento social y político.
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