En una sesión llena de tensión, dos activistas del grupo Femen irrumpieron en el pleno del Senado este miércoles gritando «¡el aborto es sagrado!», protestando así contra la cumbre internacional antiabortista programada para el 2 de diciembre en la misma cámara. Las manifestantes, con el torso descubierto, fueron retiradas del recinto a solicitud del presidente del Senado, Pedro Rollán. Esta protesta reflejó el creciente descontento contra la autorización dada a la Red Política de Valores para llevar a cabo su VI Cumbre Transatlántica en el Senado, a pesar de las objeciones de varios partidos políticos que llaman a reevaluar las políticas de cesión de espacios en la Cámara Alta para asegurar que no se promuevan agendas contrarias a los derechos establecidos.
La polémica no se detiene allí: partidos como el PSOE, BNG, ERC, EH Bildu, PNV e Izquierda Confederal han instado a la Mesa del Senado a revocar la autorización concedida en julio a la asociación internacional de políticos antiabortistas, argumentando que estas reuniones atentan contra la legislación vigente y los derechos adquiridos. Aunque la Mesa del Senado, con el apoyo del Partido Popular, ya rechazó un recurso de amparo presentado por el PSOE para detener la cesión del espacio, el debate sigue abierto. Estos hechos resaltan un conflicto creciente en el ámbito político español sobre la regulación de derechos reproductivos y la gestión de los espacios de poder en relación con temas controversiales como el aborto.
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