La protección solar ha vuelto a acaparar la atención pública. A pesar de que desde 2006 la Comisión Europea estableció pautas para informar sobre la eficacia de los productos solares, el avance científico y las nuevas demandas sociales requieren una revisión de este marco. Durante la reciente Sun Protection Conference en Londres, bajo el lema «Time for Change – Assuring the Future of Sun Protection», se abordaron temas cruciales como la efectividad de los factores de protección numéricos y el papel de la fotoprotección en contextos de vulnerabilidad.
En el evento, Mafalda Soto, CEO y cofundadora de UMOA y la ONG Beyond Suncare, resaltó el compromiso de su organización en África para ofrecer acceso a productos solares a personas con albinismo, un grupo vulnerable. Soto defendió que el cuidado de la piel es un derecho, no un privilegio, y que la responsabilidad de la fotoprotección debe ser colectiva.
Con la llegada del verano, aumenta la preocupación por la exposición solar sin la adecuada protección y sus efectos, como el fotoenvejecimiento y la deshidratación. UMOA, conocida por su enfoque en cosmética natural y vegana, enfatiza que la protección solar es esencial para la salud.
UMOA desmitifica la existencia de un «bronceado seguro» y aclara que el daño solar se acumula con la exposición repetida. También recalca la necesidad de protección incluso en entornos urbanos, y que es crucial reaplicar los productos solares cada dos horas, además de evitar la exposición durante las horas más intensas.
El cuidado posterior a la exposición también es vital. Productos como «The Bright Oil 14» de UMOA están diseñados para calmar y nutrir la piel tras el sol. Soto enfatiza que una exposición responsable es tanto autocuidado como inversión en salud, subrayando la importancia de incrementar la conciencia sobre los riesgos solares.
De este modo, UMOA busca no solo ofrecer soluciones efectivas, sino también fomentar un cambio cultural hacia una comprensión más inclusiva y consciente del impacto solar.