La Consejería de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad de Madrid ha elevado esta semana un contundente documento ante la Dirección General de Atención a las Víctimas y Promoción de la Memoria Democrática. El motivo es la reciente declaración del edificio de la Puerta del Sol como Bien de Interés Cultural debido a su uso histórico como sede de la Dirección General de Seguridad durante el franquismo. Este documento, presentado al departamento dependiente del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, detalla las alegaciones contra la decisión, defendiendo el valor histórico y simbólico de la Real Casa de Correos más allá de su asociación con el pasado franquista.
La Real Casa de Correos, un icono madrileño con más de 250 años de historia, ha acogido múltiples acontecimientos significativos a lo largo del tiempo. Desde ser la oficina central de Correos y testigo de los sucesos del 2 de mayo de 1808, hasta albergar la Capitanía General y servir como sede del Ministerio de Gobernación bajo diferentes gobiernos. En la memoria colectiva de los madrileños, se identifica además con eventos emblemáticos como las Campanadas de Año Nuevo y el Kilómetro 0 de las carreteras radiales de España.
Miguel Ángel García Martín, consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, ha calificado de «auténtica barbaridad» la vinculación de este edificio histórico exclusivamente con la época franquista. Subrayó la obligación de los poderes públicos de preservar la neutralidad y la pluralidad en la protección del patrimonio histórico. «Actualmente es la sede del Gobierno regional, un lugar de concordia para todos los madrileños», afirmó García Martín, señalando la intención del Ejecutivo autonómico de emplear todos los recursos legales necesarios para detener lo que consideran un ataque a sus competencias exclusivas.
En el documento presentado se solicita al Gobierno central que archive el expediente que propició la mencionada declaración. La Comunidad de Madrid argumenta que esta acción vulnera sus competencias en la gestión de su patrimonio y denuncia la falta de lealtad institucional por parte del Estado al no consultar previamente a la administración autonómica. Además, afirman que el Ministerio ha interpretado de forma sesgada la historia del edificio, cuya verdadera importancia se extiende mucho más allá del periodo franquista.
La Real Casa de Correos es un Bien de Interés Cultural y permaneció como sede de la Comunidad de Madrid desde su remodelación en los años 90. En su fachada se encuentran placas conmemorativas en honor a eventos clave, desde los levantamientos del 2 de mayo hasta los recientes atentados del 11-M y los fallecidos por COVID-19. Así, año tras año, las campanadas de su mítico reloj congregan a millones de españoles en Nochevieja, consolidando su estatus como símbolo de unión y concordia en el corazón de Madrid.
La Comunidad de Madrid defiende el derecho a gestionar su patrimonio e insiste en que la pretensión del Gobierno central no cumple con los criterios establecidos por la Ley de Memoria Democrática. A la luz de esta controversia, la Real Casa de Correos y la Puerta del Sol resurgen, una vez más, como epicentros del debate y la expresión plural de los ciudadanos, subrayando su importancia como espacios de diversidad y espíritu democrático.