El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado su polémico plan para gestionar la Franja de Gaza, prometiendo un futuro transformador para la región. En un comunicado difundido a través de su red social, Trump planteó que Israel cedería el control de Gaza tras el fin del conflicto, con la visión de convertir el área en uno de los desarrollos más impresionantes del mundo. Su propuesta incluye el realojo de los palestinos en comunidades nuevas y seguras, lo que, a su juicio, eliminaría la necesidad de una presencia militar estadounidense en la zona y garantizaría estabilidad en la región.
Trump presentó su iniciativa, comparando el potencial de Gaza con una «Riviera del Oriente Próximo» durante una conferencia de prensa en Washington junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien recibió con gratitud el respaldo de su aliado. Sin embargo, la idea ha suscitado fuertes críticas de la comunidad internacional, incluida la ONU, que ha recordado que el desplazamiento forzoso contraviene el Derecho Internacional. Este rechazo fue respaldado por varias potencias europeas, que condenaron la propuesta por su enfoque controvertido frente a un conflicto complejo y delicado que requiere soluciones sostenibles y acordes a las normativas internacionales vigentes.
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