El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, afirmó este martes que España mantiene una constante «comunicación, coordinación y cooperación» con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) para revisar individualmente las peticiones de asilo de los saharauis en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Esta colaboración busca determinar si procede reconocer la protección internacional de los solicitantes o, en su defecto, autorizar su expulsión, siguiendo estrictamente el derecho internacional y humanitario conforme al Convenio de Ginebra. Grande-Marlaska recalcó que cualquier decisión del Gobierno cuenta con la tutela del Poder Judicial, es decir, es un juez quien finalmente avala las resoluciones del Ministerio del Interior.
La Oficina de Asilo y Refugio (OAR), dependiente del Ministerio del Interior, desempeña un papel crucial en este proceso, colaborando estrechamente con Acnur. Entre los solicitantes de asilo hay casos urgentes como el de un hombre sordomudo con cáncer nacido en El Aaiún. Actualmente, 115 solicitantes permanecen en el aeropuerto, 73 de los cuales proceden de Marruecos. A pesar de la tensión y la gravedad de algunas situaciones, ninguno de los demandantes estaba en huelga de hambre, según datos proporcionados por el Ministerio del Interior a Europa Press.
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