El Parlamento israelí vistió de oficial su rechazo a la creación de un Estado palestino, aprobando una resolución impulsada por partidos derechistas, incluidos miembros de la coalición de Benjamín Netanyahu. Con 68 votos a favor y 9 en contra, y sin la presencia del primer ministro, la moción se opone a un Estado palestino incluso en negociaciones de paz. Mientras tanto, líderes de la comunidad internacional, como Josep Borrell, expresaron su preocupación respecto al futuro de los palestinos bajo la ocupación israelí, cuestionando la falta de alternativas de Israel. Desde la Autoridad Nacional Palestina y facciones como Hamás, se condenó la resolución, tildándola de racista y una barrera hacia la paz y la seguridad en la región.
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