El mercado de alquiler vacacional en España está experimentando un auge significativo, especialmente durante el verano, cuando el número de apartamentos disponibles aumenta de 418.000 en enero a más de 610.000 en agosto. Este fenómeno se concentra en destinos costeros donde el alquiler vacacional se vuelve más atractivo. Los precios de alquiler pueden alcanzar cifras elevadas, con el coste promedio de 1.200 euros por semana, y en lugares como Ibiza o Marbella, las cifras ascienden a 3.300 euros semanales. Este lucrativo mercado está atrayendo a más propietarios a considerar el alquiler de sus segundas residencias durante los meses estivales, sugiriendo una alta rentabilidad en un corto periodo.
Además, un considerable número de propietarios está optando por arrendar exclusivamente durante el verano para maximizar los ingresos y mantener el uso personal de sus propiedades el resto del año. La actividad inmobiliaria, tradicionalmente lenta en verano, está viendo menos estacionalidad con un incremento en las operaciones de venta y alquiler, impulsado por la presión de la demanda y la disminución de la oferta de vivienda. Las agencias inmobiliarias informan de un año más estable, con un mantenimiento de actividades gracias a la demanda continua, incluso en meses que solían ser de menor movimiento. Esta tendencia también se refleja en el mercado de lujo, donde se observan ingresos significativos durante la temporada alta.
Leer noticia completa en El Pais.