El alquiler de viviendas, tradicionalmente visto como una opción rentable para propietarios de segundas residencias, está perdiendo atractivo debido a preocupaciones sobre la seguridad de la inversión y problemas con los inquilinos. Un informe de Fotocasa revela que un 25% de los propietarios temen daños a la propiedad y un 17% temen impagos, lo que ha llevado a que el porcentaje de propietarios dispuestos a alquilar sus segundas viviendas disminuya del 68% en 2022 al 57% en 2023. Entre las razones para adquirir una segunda vivienda, destacan el deseo de tener un lugar de ocio y descanso, así como la perspectiva de una inversión a largo plazo. Esta tendencia está reduciendo la oferta de viviendas en alquiler, lo que podría generar un aumento de precios y menos opciones para los arrendatarios en el mercado inmobiliario español.
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