El envejecimiento activo se ha consolidado como un objetivo primordial en la agenda de salud pública a medida que la población mayor de 65 años crece exponencialmente. En España, esta pauta se refleja en datos del Instituto Nacional de Estadística que, para el año pasado, registraron un aumento significativo de personas mayores en comparación con los jóvenes, con 142 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Este fenómeno ha llevado a instituciones como el Ministerio de Sanidad a promover campañas que enfaticen la importancia de ofrecer un entorno adecuado para garantizar la calidad de vida de los mayores.
La organización emeis, reconocida por su enfoque innovador en el cuidado de personas mayores, está a la vanguardia de este movimiento. A través de sus residencias, donde el envejecimiento se visualiza no como un periodo de declive, sino como una fase de crecimiento personal y social, emeis busca redefinir el rol de los mayores en la sociedad. La estrategia incluye fomento de la autonomía y la participación activa, desafiando los estereotipos tradicionales sobre la vejez.
Para lograr un envejecimiento activo y saludable, el cuidado de la salud física y mental es primordial. Las residencias ofrecen programas de ejercicio adaptados al estado físico de cada residente y una dieta equilibrada que garantiza la ingesta de nutrientes esenciales. Además, se han implementado terapias y actividades como la realidad virtual, diseñadas para mantener la mente ágil y fomentar la socialización, combatiendo uno de los mayores enemigos del envejecimiento: la soledad.
El concepto de envejecimiento activo, respaldado también por organismos internacionales como la ONU, aboga por la participación constante de los mayores en ámbitos sociales, económicos y culturales. Esto no solo mejora la calidad de vida individual, sino que también aporta beneficios a toda la sociedad, generando un entorno en que los mayores continúan contribuyendo de manera significativa.
Bouco, una de las residencias de emeis, ofrece una serie de consejos prácticos para fomentar este tipo de envejecimiento. Promover la actividad mental a través de nuevos aprendizajes y ejercicios cognitivos es fundamental. Igualmente, se recomienda la realización de chequeos médicos regulares, el cuidado de las relaciones personales para evitar el aislamiento y la adaptación del hogar a las necesidades cambiantes de los mayores.
En suma, se trata de aceptar el envejecimiento como una etapa positiva, abrazando los cambios asociados con la edad y aprovechando las oportunidades que esta fase ofrece. La clave yace en un enfoque integral que promueva tanto la salud física como mental, y que potencie la participación activa y la conexión social. Este es el camino hacia un envejecimiento no solo más saludable, sino también más feliz y pleno.